La quinoa era un alimento desconocido hace algunos años, pero se ha convertido en un producto muy representativo en el mundo de la cocina actual. Conocida como el grano de oro de los Andes, tiene un alto valor alimenticio y su aportación de fibra es muy beneficioso para la salud. Este alimento pertenece a la familia de las quenopodiáceas (como las espinacas) y en comparación con otros granos integrales, es relativamente rica en proteínas, hierro y magnesio, goza de un sabor agradable, una textura suave, y es excepcionalmente versátil y sencillo de usar.
Se trata de un producto con una fuente muy alta de proteína, ideal para la gente que no consume carne y/o simplemente desea variar y enriquecer su dieta con una proteína no animal. Conocemos tres tipos de quinoas: la blanca, la roja y la negra. La blanca es la que consumimos habitualmente y tiene menos calorías que las otras dos variedades. La roja también contiene pocas calorías, es rica en proteínas y muy nutritiva. La negra es un híbrido entre la semilla de quinoa y la de espinaca, tiene un sabor más terroso y es la que conserva más el chasquido al ser cocinada.
Este alimento tan novedoso y a la vez tradicional, puede ser utilizado en una gran variedad de platos tanto desde el desayuno hasta el postre. Teca Sàbat es conocedora de este tipo de producto y lo utiliza en sus platos desde hace tiempo como por ejemplo en la ensalada de quinoa y aguacate. Tal y como afirma Pedro López, gerente y jefe de cocina de Teca Sàbat, “nuestra filosofía es apostar siempre por la innovación culinaria con nuevos alimentos que llegan de otros continentes para quedarse”.